Conoce a Cecilia González, una jugadora de baloncesto de Olimpiadas Especiales Paraguay , cuya vida ahora es irreconocible después de descubrir su amor por el baloncesto y competir con Olimpiadas Especiales.
Cecilia pasó los primeros años de su vida sola, ignorada por los demás. Quienes la conocían solo la hostigaban y la excluían debido a su discapacidad, hasta el punto de que se sentía sola. Sin amigos y con dificultades para encontrar una comunidad que la aceptara, Cecilia se unió al programa local de baloncesto de las Olimpiadas Especiales en su ciudad natal, Asunción, Paraguay.
Tras unirse a Olimpiadas Especiales, "El mundo se abrió para ella y para nosotros como familia", compartió Luis, el padre de Cecilia. Él y su esposa, Nunila, comentaron que Cecilia era una persona completamente diferente después de descubrir su pasión por el baloncesto en Olimpiadas Especiales Paraguay.
El baloncesto ayudó a Cecilia a encontrar la confianza en sí misma, la cual pudo trasladar a todos los demás aspectos de su vida. La ayudó a crecer como jugadora y como persona, desarrollando las habilidades sociales y vitales que solo un equipo y sus entrenadores pueden inculcar.
El baloncesto no le dio un propósito a Cecilia; sólo la ayudó a identificar y fortalecer las habilidades que tenía dentro de ella; sólo necesitaba la oportunidad para hacerlo.
