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Plan médico de tratamiento
Los niños con retrasos en el desarrollo (RD) y discapacidad intelectual (DI) pueden requerir una variedad de intervenciones médicas y apoyos de especialistas médicos, además del chequeo normal del niño con su médico de atención primaria.

PASO 2: MANTENER LOS CONTROLES SANOS DEL NIÑO

Es importante mantener las visitas de control sano de su hijo con su médico de atención primaria. Estas visitas incluyen chequeos constantes preventivos, vacunas y exámenes de salud para:

Crecimiento

Visión

Audición

Enfermedades dentales

Nutrición

Otras condiciones de salud

PASO 3: EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO DE CONDICIONES DE SALUD FÍSICA ASOCIADAS CON RD/DI

Los niños con RD/DI tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertas condiciones de salud física que pueden requerir exámenes, evaluaciones y tratamientos adicionales. A continuación puede encontrar información detallada sobre estas condiciones de salud específicas, prevención y plan de atención médica.

Peso/Nutrición

Áreas de preocupación

Sobrepeso, bajo peso y alimentación desequilibrada.

Posibles problemas secundarios

Problemas cardíacos, ronquidos, dificultades de aprendizaje y de conducta.

Signos o factores de riesgo que podrían conducir a problemas de peso

  • Comedor quisquilloso debido a dificultades de percepción sensorial relacionadas con el gusto, el olfato y las texturas de los alimentos
  • Mala alimentación debido a dificultades para masticar y tragar
  • No hacer suficiente ejercicio
  • Falta de conciencia del peso corporal
Si nota alguno de estos signos o ve problemas con el peso o la nutrición de su hijo, hable con el médico tratante de atención primaria. Es posible que lo remitan a un nutricionista para evaluar y cambiar la dieta de su hijo, o un terapeuta ocupacional para abordar las dificultades sensoriales. El plan de atención médica para problemas de peso puede incluir una intervención conductual y un plan de actividad física.

Además, hay muchas formas de ayudar a su hijo para que mantenga un peso saludable en casa, por ejemplo

  • Controle el peso de su hijo con regularidad.
  • Mantenga a su hijo y familia con una dieta saludable.
  • Mantenga una rutina de horarios fijos con las comidas a las mismas horas todos los días.
  • Dé mucha agua y evite darle bebidas gaseosas a su hijo.
  • Asegúrese de que su hijo realice al menos 60 minutos de actividad física diaria.
  • Establezca un horario de sueño fijo para asegurarse de que su hijo duerma bien.

Recursos externos:

Vida saludable y activa para familias, de la American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría)
Salud dental y bucal

Áreas de preocupación

Caries dentales, problemas en las encías, infección, pérdida o posición anormal de los dientes.

Posibles problemas secundarios

Problemas para hablar, comer, aprender y problemas de conducta debido al dolor de muelas.

Factores de riesgo que podrían provocar problemas dentales:

  • Falta de vitamina D
  • Dieta desequilibrada
  • Medicamentos
  • Dificultades de percepción sensorial que causan dificultades para cepillarse los dientes
  • Mala higiene dental
Si observa alguno de estos signos o ve problemas en los dientes de su hijo, hable con el médico de atención primaria o el dentista tratante de su hijo. Es posible que recomienden limpieza dental, tratamiento de caries dentales, enfermedades de dientes y encías o frenillos para corregir la posición anormal de los dientes.

Además, hay muchas formas de ayudar a su hijo para que mantenga su salud bucal en casa, por ejemplo

  • Beber agua de la llave que contiene flúor.
  • Evitar bebidas gaseosas y grandes cantidades de dulces.
  • Cepillarse los dientes durante dos minutos dos veces al día con pasta dental con flúor.
  • Visitar al dentista dos veces al año desde que sale el primer diente.
  • Pedirle al dentista de su hijo que aplique tapaduras dentales cuando corresponda.

Recursos externos:

Visión

Áreas de preocupación

Problemas de la vista y de los ojos.

Factores de riesgo

Antecedentes familiares de problemas oculares y de la vista, infecciones y traumatismos oculares, ciertas infecciones antes del nacimiento del bebé, infecciones del cerebro después del nacimiento, traumatismo craneoencefálico, ciertos síndromes genéticos y trastornos metabólicos, diabetes, presión arterial alta.

Posibles problemas secundarios

Dificultades de aprendizaje, coordinación motora, habilidades sociales y baja confianza en sí mismo.

Signos de posibles problemas de visión

  • Mirar de cerca los objetos
  • Chocar contra cosas
  • Ojos desalineados (parecen cruzados, desviados o no enfocan juntos)
  • Color blanco o blanco grisáceo en la pupila
  • Ojos que revolotean rápidamente de lado a lado o de arriba abajo
  • Dolor en los ojos, picazón o malestar informado por su hijo
  • Enrojecimiento en cualquiera de los ojos que no desaparece al cabo de unos días
  • Ojos que siempre están llorosos
  • Párpados caídos
  • Ojos que a menudo parecen demasiado sensibles a la luz
  • Dolores de cabeza
Si observa alguno de estos signos o le preocupan los ojos o la vista de su hijo, hable con su médico de atención primaria. El médico puede derivar a su hijo a un oftalmólogo o a un optometrista, que son médicos especializados en los ojos y la visión. El tratamiento puede incluir el uso de anteojos, parches en los ojos, medicamentos para infecciones oculares o incluso una cirugía en el ojo.

Además, hay muchas formas de ayudar a su hijo a desarrollar una visión saludable en casa, por ejemplo

  • Disminuya el uso de pantallas y dispositivos electrónicos recreativos en el hogar.
  • Facilite una buena iluminación durante las actividades de lectura, dibujo y escritura.
  • Programe un chequeo rutinario de los ojos y la vista con el médico de atención primaria de su hijo.
  • Revise los resultados del examen de la vista realizado por la escuela.
  • Supervise posibles infecciones o traumas oculares.

Recursos externos:

Condiciones auditivas

Áreas de preocupación

Pérdida auditiva conductiva, pérdida auditiva neurosensorial, pérdida auditiva mixta

Factores de riesgo

Antecedentes familiares de problemas de audición, infecciones de oído, ronquidos, adenoides o amígdalas grandes, ciertas infecciones antes del nacimiento del bebé, infecciones cerebrales después del nacimiento, medicamentos, traumatismos craneales, ciertos síndromes genéticos y trastornos metabólicos.

Posibles problemas secundarios

Dificultades en el habla, el lenguaje, la comunicación, las habilidades sociales, el aprendizaje, el comportamiento y la atención además de baja autoestima.

Señales de posibles problemas de audición

  • Falta de respuesta a los sonidos
  • Ignora cuando se le llama con el nombre
  • Falta de seguimiento de instrucciones
  • Retraso en el lenguaje
  • Habla con dificultad
  • Ve la televisión o escucha música a un volumen muy alto
  • Habla fuerte
Si observa alguno de estos signos o ve problemas en los oídos o audición, hable con el médico de atención primaria tratante de su hijo. Es posible que lo deriven a un especialista en audición (otorrino) o a un médico que se especialice en afecciones de oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo). Las intervenciones pueden incluir el tratamiento de las infecciones de oído o la congestión nasal, la cirugía de los líquidos del oído, las adenoides o amígdalas grandes, o el uso de audífonos o implantes.

Además, hay muchas formas de ayudar a su hijo a desarrollar una audición saludable en casa, por ejemplo

  • Revise los resultados del examen de audición de recién nacido.
  • Programe controles auditivos de rutina con un pediatra.
  • Revise los resultados del examen de audición realizado por la escuela.
  • Siga las recomendaciones del médico para las infecciones de oído del niño.
  • Evite la exposición a sonidos fuertes como música alta o la televisión.

Recursos externos:

Huesos, músculos y condiciones de las articulaciones

Áreas de preocupación

Caminar inestable, problemas musculares, de espalda y articulares.

Factores de riesgo para problemas de huesos, músculos y articulaciones

Retraso en comenzar a caminar, poca fuerza muscular y equilibrio, trastornos cerebrales y genéticos.

Posibles problemas secundarios

Dificultades con la coordinación motora, caminar y la capacidad general para moverse.

Señales de posibles problemas de huesos, músculos y articulaciones

  • Cojeo
  • Dolor de espalda o articulaciones
  • Retraso en el comenzar a caminar
  • Caminata de forma asimétrica
  • Dificultades o mala calidad en la realización de actividades que requieren motricidad gruesa: caminar, correr, trepar, saltar
Si nota alguno de estos signos, hable con un ortopedista, que es un médico que se especializa en huesos, músculos y articulaciones, o con un fisioterapeuta, que es un médico especializado en el proceso de caminar y el movimiento de los músculos y articulaciones Las intervenciones pueden incluir estiramientos o ejercicios, aparatos ortopédicos, yesos o cirugía.

Además, hay muchas formas de ayudar a su hijo a desarrollar el fortalecimiento de sus movimientos en casa, por ejemplo

  • Mantenga actividad física constante.
  • Considere realizar estiramientos o elongaciones.
  • Use calzado cómodo.

Recursos externos:

  • Niños y sus huesos: Una guía para padres, por el National Institute of Health (Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos)
Sueño

Áreas de preocupación

Dificultades para conciliar el sueño, despertarse por la noche, sueño inquieto, sueño de corta duración, ronquidos, rechinar de dientes, sonambulismo y temores nocturnos.

Factores de riesgo para problemas de sueño

Ansiedad, TDAH, autismo, obesidad, alergias estacionales, adenoides o amígdalas grandes, síndrome genético, tono muscular bajo, y niveles bajos en hierro y vitamina D.

Posibles problemas secundarios

Problemas de peso y crecimiento, hiperactividad, poca capacidad de atención, otros problemas de comportamiento y aprendizaje. Los niños que roncan pueden tener apnea, que son pausas en la respiración que pueden causar una disminución de la oxigenación del cerebro, generando problemas pulmonares y cardíacos secundarios.

Si su hijo ronca o tiene sueño agitado, su médico de atención primaria puede derivarlo a un otorrinolaringólogo para un estudio del sueño y otras pruebas. Las intervenciones pueden incluir terapias conductuales, medicamentos o tratamiento para la apnea del sueño.

Además, hay muchas formas de mejorar la calidad del sueño de su hijo, como por ejemplo

  • Evite actividades intensas dentro de las 2 horas antes de acostarse.
  • Evite el uso de bebidas con cafeína y productos electrónicos antes de acostarse.
  • No debe haber televisión en el dormitorio.
  • No debe existir el acceso a dispositivos electrónicos después de acostarse.
  • Mantenga una temperatura ambiente agradable.
  • Uso de sábanas con textura preferida.
  • Tenga un horario de sueño diario fijo.
  • Tenga una rutina tranquila a la hora de acostarse, que podría incluir: Dejar de usar aparatos electrónicos 1 hora antes de acostarse, tomar una taza de leche, tomar un baño o una ducha tibia, lavarse los dientes, acostarse y leer un cuento o escuchar música tranquila para calmarse.

Recursos externos:

Estreñimiento

Áreas de preocupación

Evacuaciones intestinales poco frecuentes, esfuerzo al defecar, evacuaciones duras.

Factores de riesgo para el estreñimiento

Tener una dieta selectiva, tono muscular bajo, bajos niveles de hormona tiroidea, anomalías de los movimientos y estructura intestinales.

Posibles problemas secundarios

Peso, crecimiento, problemas de conducta, retraso en el control de esfínteres, ensuciamiento e infecciones de la vejiga y los riñones.

Si nota alguno de estos signos, hable con el médico de atención primaria de su hijo. Las intervenciones pueden incluir cambios en la dieta o el ejercicio, intervención conductual, medicamentos o limpieza intestinal.

Además, hay muchas formas de ayudar a su hijo a tener movimientos intestinales sanos para realizar en casa, como por ejemplo

  • Dieta alta en fibra con cereales integrales, frutas y verduras.
  • Consumo de mucha agua.
  • Ejercicio físico continuo.
  • Sentarse en el inodoro poco después de cierta comida, todos los días y a la misma hora.

Recursos externos:

PASO 4: EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE SALUD MENTAL Y TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ASOCIADOS A LA DI/RD

Los niños con RD/DI corren el riesgo de padecer ciertos trastornos mentales, que su médico o especialistas pueden examinar, evaluar y tratar. A continuación puede encontrar información detallada sobre estas condiciones de salud específicas, prevención y plan de atención médica.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Los niños con TDAH tienen dificultades para prestar atención a actividades no preferidas y/o son hiperactivos e impulsivos. Estas dificultades pueden volverse más evidentes una vez que los niños van a la escuela. Los síntomas del TDAH se observan tanto en el hogar como en la escuela y pueden afectar una o más de las siguientes áreas: aprendizaje, comportamiento e interacción con otros niños y miembros de la familia, participación en actividades grupales y desempeño de habilidades de la vida diaria, como vestirse o tareas como limpiar su propia habitación.

Los niños con TDAH no tratado corren el riesgo de tener dificultades para hacer amigos y tener bajo rendimiento escolar. Como resultado, pueden desarrollar una baja autoestima e incluso ansiedad y depresión. Las dificultades de percepción sensorial pueden aumentar la hiperactividad y disminuir la capacidad de atención.

Intervención:

  • Aumente la atención personalizada y las actividades prácticas, disminuya las distracciones durante la tarea, mantenga un horario, rutinas y entornos estructurados para mantener la coherencia, prepárese para las transiciones y brinde comentarios positivos e inmediatos.
  • En la escuela, los niños pueden recibir adaptaciones para el TDAH bajo el Plan de Adaptación 504 o bajo su Plan de Educación Personalizado (PEP). Dicha adaptación puede incluir tiempo adicional para los exámenes, asientos preferenciales en el salón de clases y durante los exámenes, mayor atención personalizada y más.
  • Su médico de atención primaria puede brindar orientación para las intervenciones conductuales y recetar medicamentos para el tratamiento del TDAH.
  • Puede ser útil la derivación a un psicólogo infantil para la modificación del comportamiento en el hogar y la orientación para los padres.

Recursos externos:

Ansiedad
Los niños con ansiedad pueden mostrar algunos de los siguientes signos, que incluyen preocupación excesiva, dificultad para separarse de los cuidadores, abrumarse con facilidad o dificultad para estar con grupos grandes. A veces, los niños pueden tirar de su cabello, desarrollar dolores de cabeza, dolores de estómago o problemas para dormir, masticar objetos o pincharse las uñas o rascarse la piel.

Estas dificultades se observan tanto en el hogar como en la escuela y pueden afectar el aprendizaje, la interacción con otros niños y miembros de la familia y la participación en actividades grupales. Los niños con ansiedad no tratada corren el riesgo de tener bajo rendimiento en la escuela y pueden tener dificultades para hacer amigos. Las dificultades de percepción sensorial pueden aumentar la ansiedad.

Intervención:

  • Se alienta a los padres y cuidadores a evitar los desencadenantes de la ansiedad. Además, considere usar un horario visual, rutinas o un entorno altamente estructurado para crear consistencia y prepararse para las transiciones. Practicar deportes o participar en otras actividades recreativas divertidas, como la música y el arte, también puede disminuir la ansiedad.
  • En la escuela, los niños con ansiedad se beneficiarían de un IEP con adaptaciones, incluido un entorno muy estructurado, utilización de refuerzo positivo y preparación para las transiciones. Estos niños también pueden recibir orientación de un consejero escolar.
  • Su médico de atención primaria puede brindarle orientación sobre la medicación y el tratamiento. Es posible que deriven a su hijo a un psicólogo infantil para que le ofrezca terapia conductual y orientación a los padres, o a un pediatra del desarrollo conductual o a un psiquiatra infantil para que le recete medicación.

Recursos externos:

Depresión
Los niños con depresión pueden mostrar tristeza excesiva, pérdida del disfrute de sus actividades preferidas, autoaislamiento, comportamiento agresivo, irritabilidad, falta de energía, cambios en el apetito y patrones de sueño, ideaciones o planes suicidas y amenazas para lastimar a otros.

Los niños con depresión no tratada corren el riesgo de tener bajo rendimiento en la escuela, dificultad para hacer amigos y lastimarse a sí mismos o a otros.

Intervención:

  • Un niño con depresión se beneficiaría de la terapia con un consejero escolar o un psicólogo y puede necesitar medicamentos que un psiquiatra infantil le puede recetar.
  • Si un niño tiene ideación suicida o un plan para lastimarse a sí mismo o a otros, necesitará una evaluación psiquiátrica urgente en los servicios de urgencias.
Comportamiento agresivo
Los comportamientos agresivos hacia los demás y hacia uno mismo pueden deberse a dificultades de comunicación y de procesamiento sensorial. También pueden estar asociados con condiciones de salud mental, como ansiedad, depresión, TDAH y trastornos genéticos. Estos comportamientos también pueden desencadenarse debido a problemas de salud física, como estreñimiento, problemas dentales o algún dolor no diagnosticado.

Los niños con conductas agresivas no tratadas corren el riesgo de tener dificultades para hacer amigos y lastimarse a sí mismos o a otros.

Intervención:

  • Un niño con conductas agresivas se beneficiaría de un plan de intervención conductual en la escuela y el hogar, en colaboración con un psicólogo, y puede necesitar medicamentos de un pediatra especialista en el desarrollo conductual o un siquiatra infantil.
  • Además, estos niños se beneficiarían si se abordara la causa subyacente de la agresión. Por ejemplo, mejorar las habilidades de comunicación y los servicios escolares adecuados para satisfacer las necesidades del niño, tratar las dificultades del procesamiento sensorial, tratar una causa médica del dolor (p. ej., problemas dentales, dolores de estómago) puede prevenir y disminuir los comportamientos agresivos.

Recursos externos:

Conducta deambulatoria/Comportamiento de fuga
La conducta deambulatoria de los niños autistas es frecuente y puede ser peligrosa. También ejerce una enorme presión sobre las familias y los cuidadores. Es importante desarrollar un plan de seguridad integral que incluya estrategias de prevención de la deambulación.

Intervención

  • Asegure su hogar, por ejemplo, usando un sistema de alarma de seguridad para el hogar y colocando pestillos en las puertas que su hijo se aleje sin ser visto.
  • Considere la posibilidad de utilizar un dispositivo de localización o un sistema de seguimiento por GPS que pueda llevarse en la muñeca o en el tobillo para supervisar a su hijo.
  • Considere un brazalete de identificación que contenga el nombre y la información de contacto del padre/cuidador. También debe indicar que su hijo tiene autismo y si puede hablar o no.
  • Enseñe a su hijo a nadar y ponga vallas a la piscina de su casa si tiene una.